Los diamantes de fantasía, llamados también Fancy, son bastante raros en la naturaleza. Se dice que al menos 1 de cada 10.000 tiene color, y suelen ser extremadamente costosos.
Qué es un diamante de fantasía
Los diamantes deben ser transparentes, sin ningún tipo de color. Pero el diamante químicamente perfecto no existe, siempre tiene impurezas químicas que afectan su coloración.
Estas piedras tienen un rango de coloración natural: gris, blanco, acero, azul, amarillo, anaranjado, rojo, verde, rosa, púrpura, marrón, violeta y negro. Esta coloración es causada por impurezas intersticiales, que pueden ser producidas por la oxidación del hierro (y son siempre naturales).
Dependiendo de la intensidad que tenga el color, el diamante será más o menos valioso.
H2 Cómo se mide el valor en los diamantes Fancy
Obviamente, las 4 c’s aquí no tienen el mismo peso al tratarse de un diamante de color fantasía.
Lo primero que se toma en cuenta es la intensidad del color: cuánto más intenso más valioso. Además, se valorará el que no haya sido expuesto a técnicas artificiales para darle color, como la irradiación o el teñido.
Los diamantes más costosos son los rojos, azules o rosa, y los que cuentan con tonos amarillos o marrones son los más comunes; estos deben tener una intensidad de color suficiente para que entren en la categoría de Fancy.
Después vienen los quilates, pues el peso determina también su precio. Cuando los diamantes son Fancy, en las minas generalmente se encuentran piedras pequeñas, así que cuando aparece uno de mayor tamaño, influirá notablemente en su precio.
La claridad, en cambio, no es tan importante debido a que estos diamantes tienen coloración. Precisamente por esto, la talla es distinta en los diamantes Fancy: mientras que en los diamantes transparentes la talla resalta el brillo y los destellos, en los Fancy se hace para exhibir el color.
Igualmente, se necesita una certificación profesional que acredite todos los factores mencionados.