Historia de la talla brillante

A día de hoy son muchas las personas que confunden la palabra brillante con diamante. Esto es debido a una utilización errónea nomenclatura para referirnos a mineral.

En realidad brillante es la palabra que utilizamos para hacer referencia a la talla brillante que sin ningún género de dudas es la talla más utilizada para tallar el diamante. A parte de la talla brillante hay otras muchas tallas como puede ser la pera, princesa, oval, corazón, baguette, radiant y muchísimas más. Por tanto la nomenclatura exacta para referirnos de manera habitual debería ser diamante talla brillante.

Al hablar de diamante siempre tenemos que destacar las características principales que llamamos 4C´s: Color (color), pureza (clarity), peso (carat) y talla (cut).

La talla es una de ellas y aunque a priori se le da poco importancia, en nuestra opinión es la más fundamental ya que será lo que haga que el diamante brille y muestre toda su pureza. Da exactamente igual que un diamante tenga la mejor pureza o color si el diamante no brilla por tener mal talla.

 

Evolución de la talla brillante

Los primeros diamantes descubiertos se remontan a 800 A.C. Estos se encontraron en la cuencas de los ríos de la India. La talla hasta el Siglo XV no evolucionó y se utilizaban directamente en bruto. No existía ningún tipo de maquinaria para tallar brillantes y en ocasiones lo único que se hacía era un pequeño pulido antes de engastarse en las joyas.

Fue a finales del siglo XV gracias a la invención de la muela, el descubrimiento de que solo un diamante podía tallar otro diamante por su extremada dureza, cuando se comenzaron a realizar facetas en el diamante y consiguiendo así mejorar exponencialmente las propiedades ópticas.

En ese momento se comenzaron a tallar las primeras Rose Cut que constaban de 17 facetas.

Imagen talla rose cut

La talla rosa mantuvo su importancia hasta el siglo XIX que fue cuando se descubrieron los primeros yacimientos de Kimberley (Sur Africa).

Este hallazgo fue un antes y un después en la historia del diamante ya que desde ese momento el diamante se popularizó en todo el mundo y eso obligo a mejorar significativamente las técnicas de tallado en Amberes (Bélgica).

Los nuevos avances técnicos y el estudio de los talladores para mejorar las propiedades ópticas  con la utilización de medidas ideales con el objeto de aprovechar el máximo reflejo de la luz en el interior de la gema, hizo que se experimentara con nuevas tallas.

La talla que lo cambió todo en ese momento fue la tal Old mine cut, que apareció a finales del siglo XVII. Esta talla es la principal precursora de la talla brillante moderna. Constaba de 58 facetas como la actual, sin embargo los ángulos y proporciones distaban mucho de los actuales.

La siguiente evolución fue la Old European cut que se popularizó desde 1890 hasta 1930. El corte europeo es un corte en forma más cuadrada con facetas brillantes y bordes suavemente redondeados. La parte superior de la gema es generalmente alta, con una mesa pequeña. Sin embargo el culet es tan grande que puede vese a través del diamante cuando se mira desde arriba.

Imagen talla Old european cut

Finamente fue en 1919, Gary Tolkowky evolucionó la talla europea hasta la que hoy conocemos como talla brillante.

Se redujo el tamaño del culet, se amplió la mesa y se optimizaron los ángulos de las facetas para lograr un brillo mucho mayor.

Este corte contaba con un total de 58 facetas; 32 facetas en la tabla y filetín y 24 facetas entre el filetín y el culet.

Imagen talla brillante

Conclusiones

El brillo de un diamante se obtiene en función de sus proporciones, y su esplendor dependerá de la luz que penetra en el interior de la gema y se refleje de una faceta a la otra.

A lo largo de la historia gracias a los avances tecnológicos y el afán de los talladores por obtener el conocimiento suficiente de las características ópticas del diamante se llegado a la talla brillante.

Solo los mejor talladores consiguen alcanzar la máxima belleza del diamante y sin duda es la talla brillante actual con sus 58 facetas la que ha alcanzado el máximo esplendor de la reina de todas las gemas “El Diamante”.

 

CVD Gemologos siempre realizará un estudio de su talla para comprar su diamante. La talla junto al peso, color y pureza son valores que deberán siempre ser graduados previamente por un gemólogo especialista en diamantes. Solo mediante una correcta graduación previa podrá vender su diamante con los máximos beneficios.

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