A menudo, usamos erróneamente la palabra “diamante” y la palabra “brillante” indistintamente, pero lo cierto es que existen diferencias claras entre los dos términos, que es lo que vamos a explicarte en este artículo.
Dicho de forma rápida, el diamante es el nombre de la piedra, mientras que el brillante es el nombre que se le da a la talla o corte para obtener el corte que tenemos.
Esto viene de que algunas personas utilizan el término “pendientes de brillantes”, por ejemplo, cuando en realidad se refieren a “pendientes con diamantes de talla brillante”.
Qué es el brillante
Este término hace referencia a la forma de talla, es decir, al tallarlo se trata de buscar la mejor apariencia e incrementando el reflejo de la luz. Esto se consigue mediante diversas maneras de tallar.
Estos diamantes son muy usados para anillos de compromiso entre otras cosas por su característico brillo y atractivo, con esta manera de conseguir la forma, se consigue ese “efecto” deseado para un acontecimiento como una boda o como un regalo especial, algo con el brillo suficiente.
Cómo se mida la calidad de un diamante
Si queremos “medir” la calidad de un diamante debemos pensar en varios aspectos:
- Las proporciones.
- Simetría.
- El pulido a la hora de cortarlo.
Entre las características que encontramos en este sentido tiene mucha importancia la profundidad, que afecta a la cantidad de luz que entra y es capaz de reflejar.
Otras maneras de tallar los diamantes
Si te preguntas cuáles son las maneras de tallar además de la talla brillante estas son la princesa, pera, esmeralda o corazón. Cada una se diferencia por distintas características de tamaño y de forma con su atractivo particular.
Solo tienes que escoger tu favorita y adecuarte al evento o tipo de regalo que quieras hacer.